Un aprenentatge singular i una experiència per l’ànima
Desconnecta de la rutina, fes un viatge a les teves arrels més tribals i eleva la teva energia
De la mà de Chema Pérez, reconegut músic corberenc
Dissabte 3 de juliol 2021 a les 11h.
Lloc: Àrea d’Igualtat
Places limitades
Preu sòcies: Gratuït
No sòcies: 15€
La percusión es la forma más antigua de hacer música, y ésta, es tan antigua como el hombre. El tambor fue uno de los primeros instrumentos creados por el hombre tras golpear un tronco con el hueso de un buitre. La música era la manera de evadirse de nuestros antepasados.
Era una actividad donde reunirse con la comunidad y conectarse con la tierra, con el sol, con los elementos, creando ritmos para pedir y agradecer a la naturaleza todo lo que les otorgaba y también para comunicarse entre tribus.
De esta práctica nació el Djembé, un instrumento de percusión perteneciente a la familia de los membranófonos.
El Djembé se originó en el antiguo imperio Mandinga, entre las localidades de Bamako (Malí) y Kankan (Guinea). Se cree que los Numu, considerados los guardianes de ciertos poderes, llevaron el Djembé a Senegal, Costa de Marfil y Burkina Faso. Actualmente el Djembé forma parte de su música y sus tradiciones.
Como resultado de las diferencias en la forma, la densidad de la madera, los grabados internos y la piel, existe una amplia gama de tonos que pueden ser emitidos por el Djembé. Por ejemplo, golpear la piel cerca del centro produce notas más graves, mientras que golpear la piel cerca del borde produce tonos más agudos.
¡Con un djembé bien afinado obtienes una amplia gama de notas graves, medios y agudos!
La emoción te espera
Los efectos curativos de la música. La música relaja el corazón, reduce la tensión y aumenta la secreción de endorfinas, un sedante natural.
Los beneficios de la música se producen en el cerebro, el órgano que determina las emociones que provoca una canción. Así, la música tiene poderosos efectos sobre el organismo que la medicina occidental está empezando a utilizar, ¡mientras que los chinos ya los conocen hace tiempo!
Las bases científicas de la musicoterapia, que aún están en fase de estudio, descansan en el efecto de las ondas sonoras sobre la materia física.
Por ejemplo, una música pausada se usa para combatir trastornos cardíacos o hipertensiones, pues disminuye la frecuencia respiratoria y cardíaca, reduciendo la presión arterial y la temperatura corporal.
Por otro lado, las melodías con frecuencias entre 40 y 66 hercios reducen la tensión muscular.
Además, las canciones se relacionan con la secreción de endorfinas, los sedantes naturales del cerebro que potencian los efectos anestésicos.
Una persona triste se constipa con más facilidad que otra alegre; por eso, las endorfinas producidas al escuchar música mejoran el sistema inmunitario, igual que otras sustancias presentes en la sangre, las interleucinas, cuya concentración aumenta un dos por ciento tras 15 minutos de música.El estado de ánimo es fundamental para el sistema inmune














